Y despues de mucho trabajo, lo hice, me costó mucho, pero lo hice y cuando pude cantar se erizo la piel, me temblaban el cuerpo y el corazón latía a mil por hora.
La emoción era tal, que ni siquiera podía moverme, esa noche comprendí y sentí en todo mi ser, lo que es cantar con el corazón y desde ese momento jamas deje de hacerlo…
Gracias Amiga Gise, por todas tus enseñanzas, apoyo y siempre creer en mi.
Falta tanto por aprender, pero mientras la pasion me impulse seguiremos...