1. Carne procesada.
El ingrediente básico de los hot dogs y sándwiches está compuesto de altas cantidades de sodio, conservantes, grasas saturadas y muy poca proteína. Además hay estudios que han relacionado a la carne procesada con mayores riesgos de diabetes y cáncer de páncreas.
2. Carne roja.
Dejar la carne procesada no significa abusar de las carnes rojas. Siguen teniendo altas cantidades de grasas saturadas. Mejor considéralas un premio en tu dieta. Si no estás dispuesto a dejar la carne por completo, al menos reduce su cantidad. Beneficiara en mucho a tu cuerpo.
3. Pizza.
Sólo una rebanada puede contener hasta 2/3 partes del límite recomendado de grasas saturadas. Si de todos modos quieres comer pizza de vez en cuando, trata de evitar esa ración extra de queso y mejor pide vegetales en lugar de tocino y salami.
4. Pasta Alfredo.
Esta pasta parecerá muy benéfica pero en realidad está llena de mantequilla, crema y quesos… una bomba de grasas saturadas. Si realmente quieres disfrutar una pasta Alfredo, reemplaza la mantequilla con aceite de iliva, la crema con leche baja en grasas y modera la cantidad de quesos.
5. Grasas trans.
Estos ácidos grasos se encuentran en la mayoría de la comida procesada para que duren más tiempo y porque son fáciles de producir. Sin embargo, las grasas trans aumentan el colesterol dañino y reducen el colesterol benéfico. Para evitarlos, busca los alimentos que tengan el sello de “libre de grasas trans”.
6. Alimentos fritos.
Los restaurantes fríen una y otra vez los alimentos en el mismo aceite, que se vuelve más y más saturado. Y aunque no lo hicieran, los alimentos fritos como el pollo o las papas contienen una enorme cantidad de grasas. Trata de evitar estos alimentos, a menos que estén fritos con aceites vegetales como el de oliva.
7. Soda.
“Cuando pensamos en enfermedades cardiacas, mucha gente lo asocial con cholesterol y grasas, pero también sabemos que el azúcar está relacionado con la obesidad”, dice Cynthia Thaik...