Amado y poderoso Arcángel Miguel, tú que eres el férreo defensor del plano celestial, junto a tu corte de ángeles que rodean el paraíso, invoco tu luz para que ilumine mi camino, que tu rayo azul y tu espada protectora cubran cada aspecto en mi vida, para que la virtud me acompañe en cada paso a seguir de ahora en adelante, para que todo acto de maldad sea suprimido y solo reine a mi alrededor la bondad, la paz y la protección.
Amado Miguel, te pido con amor y respeto que me cubras con tu manto maestro ascendido de invisibilidad e invulnerabilidad ante todo aquello que no sea de la luz, otórgame el don de alejar todo tipo de maldad que se acerque a mi y a lo que me rodea. Oh querido Arcángel Miguel, defiéndeme de las injurias, envidias, celos, odios y demás sentimientos malignos que destruyen el corazón, que mi alma de ahora en adelante se empape con el valor de la humildad y la fortaleza.
Gracias al poder del cielo, haz que yo jamás sea reprimido, tanto en el cuerpo como en el alma, que la maldad no haga esclavo mi ser. Que la energía negativa, la injusticia y los abusos no me hagan daño con su brazo instigador, además, que tus dones logren proteger también mis sentimientos y emociones.
Tú que has luchado con las fuerzas más oscuras, haz que ninguna pueda tocar mi vida de ninguna manera y que si se acerca pueda alejarse el armonía y sin generar molestias y daños. Te pido amorosamente que atiendas a cada una de estas plegarias, para así alcanzar la virtud divina, la sabiduría y el discernimiento para hacer las cosas lo mejor posible. Amado Miguel gracias por acudir siempre a mi llamado, por ser el guardian fiel de mi camino y mi existencia, por ser custodio de mis sueños y de mis días.