DEL DISCO EL NIÑO QUE MIRABA EL MAR. NOVIEMBRE 2012
Puedo decir después de todo lo sufrido
agasajando a musas con el corazón
que aún no sé que impulsa ese primer latido
que me demanda darle sangre de canción.
Y vienen siempre sin haberlas invitado
haciendo suyo mi derecho de admisión
con mi tortura de palabras al dictado
soltando notas que no encuentran diapasón.
¡Ay, ay, ay, las musas! las musas
son todo un prodigio, las musas,
de mala educación.
¡ay, ay, ay, las musas! las musas
jamás me responden las musas
evitan la cuestión.
¡ay, ay, ay, las musas! las musas
cuando les pregunto eres musas
de dónde salen, de dónde viene
una canción.
Aprovechando este parentesis de calma
puedo afirmar ya muy cercano a la extinción
que desconozco de que musa nace el alma
que toma cuerpo en su vestido de canción.
Y aunque no existan yo sé bien que a verlas hallas
y es bueno para no morir darles jabón
porque en un tris te hacen vudú si no las bailas
al ritmo de su endemoniada inspiración.
¡ay, ay, ay, las musas! las musas
son todo un prodigio, las musas,
de mala educación.
¡ay, ay, ay, las musas! las musas
jamás me responden las musas
evitan la cuestión.
¡ay, ay, ay, las musas! las musas
cuando les pregunto eres musas
de dónde salen, de dónde viene
una canción.