El Capitán Hernán7-11-2008
Cuenta la historia
de dos almas perdidas,
cuyas vidas se cruzarían,
ella era una hermosa
doncella,
cuyas creencias
fueron inculcadas
por su inocencia,
él,
era famoso poeta,
navegaba por mares
en barco sin vela.
Perdido en medio
de las mares,
su corazón
por ella suspiraba,
todos los días,
un poema dedicaba,
años y años
buscando a su dama,
vivía ella,
en lo que creía
ser una gran fortaleza,
un castillo bajo unas
enormes letras,
esas famosas letras
que se ven a
kilómetros de
distancia,
vivía ella,
con su marido
y su hijo,
pero cada noche,
se encerraba a
oscuras,
para llorar a solas,
disimulando cada día,
esas gotas,
lágrimas que
caían de su cara,
por estar obligada
a tener esa vida,
engañada y
utilizada,
luchaba por tener
una vida digna,
por tener un amor,
que cerrara sus
heridas,
agobiada por tanto
temor,
sufriendo día
a día,
ella seguía,
enamorada del
capitán,
Don Hernán,
el que navega
a la deriva.
Hernán fumaba
su pipa,
mientras navegaba
él decía:
las aguas son
intranquilas,
pero seguiré
mi rumbo hasta
encontrar a la
princesa Jenna,
cada día
combato con
esta aguas vivas,
cada día
me juego la vida,
pero no importa,
solo te busco
a ti, querida,
luchando con
cada ola,
y quien sabe,
cuando llegará
mi hora,
quizás nunca
pueda verte,
y por eso mi
corazón llora...
¡No un capitán
no llora!
El capitán
se avergonzaba
de su situación,
cómo un gran
héroe de los mares,
se desvanece por
su gran amor,
pasados años
y décadas,
el capitán se suicidó,
navego tanto
tiempo en los
mares buscándola,
que sin comida
se quedó,
el pobre capitán,
de hambre murió,
aunque cuenta
la leyenda,
que su barco
jamás naufragó,
sigue navegando,
aunque nunca mas
nadie le vio,
algunos dicen
que oyen su
canción,
y de fondo,
se escuchan
los latidos de
su corazón.
Por otro lado,
Jenna desapareció,
muchos dicen,
que también
se suicido,
porque no
soportaba esa
vida de dolor,
y también,
porque había
escuchado que
había muerto
Hernán,
su eterno y
gran amor.