Por Ing. Manuel Guamán -
Las presiones y amenazas contra la periodista de investigación Janeth Hinostroza, constituyen una manifestación más del clima de censura de la prensa ecuatoriana y de coerción contra los periodistas críticos con el envilecimiento de la administración pública y el debilitamiento de la institucionalidad.
No conforme con haber pervertido el ejercicio periodístico a niveles insospechados, el gobierno correista y sus funcionarios hacen cotidianamente uso del poder para lograr por otras vías, el silencio de aquellos a los que no han podido callar.
La campaña de descrédito contra Janeth Hinostroza es el último acto de la dictadura constitucional de Rafael Correa en su proyecto de uniformizar la opinión pública como garantía de que no trasciendan los actos de corrupción, y poder así conservar las posibilidades de continuar depredando el Estado ecuatoriano.
Es también un flagrante desconocimiento del Art. 19 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, la de la cual la República del Ecuador es signataria, en el cual se establece que: "Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y de recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión".
Asimismo, desconoce el Art. 13 de la Convención Americana de Derechos Humanos, que también compromete a los Estados, entre ellos al ecuatoriano, a respetar el derecho de libertad de pensamiento y de expresión, en consonancia con la Declaración de la ONU.
Constituye, por tanto, un atentado contra las libertadas democráticas que son aspiración y lucha del pueblo ecuatoriano.
Los valientes reportajes de Janeth Hinostroza, cuyas credenciales éticas y profesionales son incuestionables, han sacado a la luz parte del gran entramado de corrupción, que la dictadura constitucional de Rafael Correa se esfuerzan por mantener oculto. Frente a los ojos de la opinión pública, Janeth Hinostroza ha puesto indignantes evidencias de la corrupción que, sin embargo, la Fiscalia y la Contraloría General del Estado ha preferido ignorar, en cumplimiento fiel de su papel de instrumento de la dictadura constitucional.
En estos momentos en que la embestida oficialista contra Janeth Hinostroza, alcanza niveles paroxísticos, se hace necesario que todos los Ciudadanos y Ciudadanas cerremos filas en defensa de la ejemplar periodista y para impedir que se imponga el proyecto de erradicar toda denuncia de las prácticas corruptas de este gobierno.
Por la Libertad y la Democracia.