Leonisa se convirtió, durante Colombiamoda, en una explosión de colores vivos y llamativos con coquetos detalles como cintas, moños y brillantes, para poder combinar esas piezas con la ropa exterior.
Las modelos, contagiadas de la diversión juvenil de la propuesta, desfilaron entre bailes, fotografiando al público con sus móviles, jugando y divirtiéndose, en ocasiones más coquetas, otras más románticas y casi siempre con descaro, con actitudes a juego con sus piezas, para acabar el desfile cantando a coro entre la ovación de un público entregado.