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Descubre una nueva versión del famoso cuento en versión Babyradio. Una manera sencilla y divertida de conocer este popular cuento `para todas las edades.
Caperucita Roja
Érase una vez una niña rubia y hermosa a la que le gustaba mucho jugar con flores y
mariposas.
De su nombre nadie se acordaba porque todo el mundo Caperucita Roja la llamaba.
¿Qué por qué caperucita?
Pues porque lucía una roja capita, que un día le regalo su abuelita.
Una capita singular, pues tenía una caperuza para su cabello ocultar.
Como a todos lados la caperuza roja llevaba, por ese nombre era recordada.
Un día su mamá le pidió, que de buena gana le hiciera un favor: — Caperucita, en esta cestita
hay un poco de leche, un poco de miel, y algo de frutita, serías tan buena, de llevarle esta
comidita a tu linda abuelita que en el otro lado del bosque vive y está malita
— Por supuesto Mamá, a la abuelita la cesta le llevaré, y también besos y flores le daré
— No hijita no recojas flores, ni te desvíes del sendero, que hay un lobo peligroso
escondido en su lindero
— De acuerdo, si así me lo pides caso te haré y del camino marcado no me saldré.
Y caperucita emprendió el camino, cantando y saltando sin descanso, en un periquete estaría
con su abuelita almorzando.
Pero un gran peligro la acechaba, el viejo lobo, hambriento y astuto, entre los árboles la
observaba: — A esta niña tan confiada me la como yo antes de la madrugada.
Llegó Caperucita a un cruce de caminos, allí la esperaba el lobo, apoyado en un pino.
— Buenos días niña hermosa, ¿dónde vas tan jocosa?
Caperucita lo miró extrañada, nadie le dijo que los lobos hablaran. Pero pensó, que un animal
tan hermoso no podía ser ni malo ni peligroso.
— Pues voy a casa de mi abuelita, que vive al otro lado del bosque y está muy malita.
— Vaya cuánto lo siento, si quieres a la casa de tu abuela pronto llegar, el sendero de la
izquierda te conviene más, es más corto y entretenido y hay flores hermosas por todo
el camino.
Caperucita la información al lobo agradeció y por el camino de la izquierda se marchó.
— Ja, ja, ja, pensó el lobo— La engañé como a una boba, tomaré el camino de la derecha
y en un pispas estoy comiéndome a la abuelita en la alcoba.
Y el lobo corrió y corrió y en un santiamén en la casa de la abuelita se coló.
La abuelita al ver al lobo hambriento salto de la cama corriendo, en el armario se encerró y
la puerta atrancó.
Caperucita Roja
Caperucita mientras tanto, recogía flores entre canto y canto. Muy tarde llegó a casa de su
abuela, pero al fin, allí estaba.
A la puerta llamó: — Toc, Toc, ¿hola?, ¿abuelita?
Y el lobo disfrazado con camisón y sombrero, metido en la cama de la abuela, dijo el muy
lobero
— Pasa, pasa, hijita, perdona mi voz ronca, pero estoy enfermita.
Caperucita en la habitación entró y al ver al lobo disfrazado, extrañada exclamó:
— ¡Abuelita, abuelita, qué orejas más grandes tienes!
— Son para oírte mejor
— ¡Abuelita, abuelita, qué ojos más grandes tienes!
— Son para verte mejor
— ¡Abuelita, abuelita que boca más grande tienes
— ¡Son para comerte mejor!
Y dando un gran brinco el lobo se lanzó sobre Caperucita, que asustada dio un grito y soltó
su cestita.
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