Con la muerte de 'Cuchillo', a quien le encontraron una pistola enchapada en oro, se evidenció, una vez más, que los mexicanos son los pioneros de esa extraña costumbre que, se puso en práctica en Colombia desde la época de Pablo Escobar.
El matrimonio 'narco, oro, armas y ostentación', parece eterno y universal. Alias 'Rasguño', el capo de capos colombiano, entregó tras su captura entre ellas, una escopeta de colección que le regaló su buen amigo y socio, el 'Señor de los Cielos', considerado el rey del narcotráfico de México.
A Pablo Escobar, un amigo le envió desde Alemania una Sighauer en plata, arma exclusiva de la Policía de ese país, la cual portó toda su vida, hasta el día en que cayó muerto.
Alias el 'Mellizo', portaba una automática de oro y alias 'Cuchillo' terminó sus días con un arma enchapada en oro y con incrustaciones de diamantes, también regalada por un capo mexicano a Martín Sombra, eterno enemigo de 'Cuchillo'.
Al parecer esta extraña fascinación por armas insólitas y extravagantes, enchapadas en oro puro, nació de la 'narcocultura' impuesta por los capos mexicanos; de hecho, las autoridades de ese país ya tienen un museo en el que exhiben estas rarezas.
Muchas están hechas solo en oro y titanio todas son de alto calibre. Los sociólogos opinan que además de protección personal, estas armas le brindan a sus dueños, un halo de ostentación, poder y riqueza y a juzgar por una decomisada a un capo mexicano que tiene pintada una Virgen de Guadalupe, protección divina y una forma de pedirle al Todopoderoso que los ilumine a la hora de quitarle la vida a otro ser humano.